Poesía Sacra

John Donne

Nos preguntamos por el sentido, inaclarado, de la expresión “poesía metafísica” con que se define habitualmente la obra de John Donne, la esencia de su obra, en la medida en que Donne es considerado casi sin excepción el paradigma del poeta metafísico y que lo metafísico se atribuye tanto a su lírica erótica como a su lírica religiosa, es decir, a dos maneras diversas y hasta divergentes de su obra, dotando a ésta de una unidad que en principio resulta, al menos, problemática. Debemos empezar preguntando, pues, en qué radica lo metafísico del amor, lo metafísico de lo sagrado tal como se expresan en estos poemas, para recién entonces considerar lo metafísico de la poesía metafísica, el sentido de la palabra metafísica como tal.

SERGIO CUETO

John Donne (1572-1631) es considerado el más importante de los poetas metafísicos ingleses. Entre sus obras se cuentan: Canciones y sonetos, Elegías, Epístolas, El progreso del alma, Sonetos Sacros, Biathanatos, Sermones,entre otros.

Sergio Cueto nació en Rosario en 1960. Es poeta y ensayista. Licenciado en Letras, enseña literatura europea en la Universidad Nacional de Rosario. Ha publicado Seis estudios girrianos, Maurice Blanchot. El ejercicio de la paciencia, Versiones del humor, Tres estudios (Dante-Baudelaire-Eliot), una versión de la Poesía sacra de John Donne, todos en Beatriz Viterbo, poemas en Diario de poesía y, con el título de Poesía, una plakette en Ediciones Endymion.

FRAGMENTO. SONETOS SACROS . I. �T� me has hecho y decaer� tu obra? S�name ahora, que se apresura mi fin, que corro hacia la muerte y la muerte me encuentra, veloz, y todos mis placeres son como el ayer. No me atrevo a dirigir a los empa�ados ojos a ningún lado: tal espanto arrojan la desesperación detrás y delante de la muerte; mi débil carne se corrompe en su pecado, que la hunde en el infierno. únicamente t� estás arriba, y cuando hacia ti me permites mirar, de nuevo me levanto. Pero nuestro antiguo y sutil enemigo me tienta de tal modo que no puedo sostenerme ni un instante. Tu Gracia debe darme alas para eludir su arte, y tú, como el Diamante, atraer mi corazón de hierro.

Versión y estudio de Sergio Cueto